#UniendoAlmas: TAA en Menores en Acogimiento Familiar · Parte 2

#UniendoAlmas: TAA en Menores en Acogimiento Familiar · Parte 2

Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica 8/2015, de 22 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia y la puesta en marcha del Plan Integral de Apoyo a la Familia 2015-2017, la atención a la infancia se vertebra en torno a dos conceptos fundamentales: el interés superior del niño y el acogimiento y la adopción abierta como protección a la infancia.De esta forma, en los casos en los que un niño no pueda ser atendido por su familia biológica, se atenderá buscando, siempre que sea posible, su acogida en un entorno familiar sustitutivo, evitando su institucionalización, es decir, su paso por una residencia.

Esta fórmula es, en definitiva, el acogimiento familiar, bien sea por su familia extensa (abuelos tíos..), o por una familia ajena. El acogimiento puede ser temporal o permanente en función de la situación de la familia del niño.

Cada vez son más las familias que se animan a ejercer esta forma particular de paternidad: difícil, compleja, hermosa, gratificante, aunque no exenta de las dificultades propias de las relaciones paterno-filiales. Las personas que ejercen esta forma de paternidad tienen que contar con la importancia que tiene para el niño la relación con su familia biológica.

La paternidad ejercida desde el acogimiento familiar es una forma de paternidad responsable en la medida en que ayuda al niño en su desarrollo y crecimiento durante el tiempo que sea necesario y, según sus circunstancias, le permite retornar con su familia de origen o permanecer con su familia de acogida, si así lo quieren ambas partes.

El abandono o el maltrato sufridos no implican, necesariamente, la imposibilidad de crear nuevas relaciones. Para los niños, la presencia de una figura que les quiera incondicionalmente es necesaria, como lo es para todos nosotros durante los primeros años de vida. La familia de acogida puede ser, precisamente, la posibilidad de tener una experiencia nueva que le contenga y le ayude a superar las dificultades anteriores.

Cuando en el proceso del acogimiento familiar se presenta alguna dificultad hay que atenderla de manera adecuada, por eso, desde hace ya más de 10 años, en la Comunidad de Madrid las familias cuentan con un servicio de Apoyo Psicoterapéutico, que ofrece atención tanto a los menores como a las familias, bajo una distinción fundamental y necesaria: la de los problemas y los conflictos. Así, se ayuda a las familias a distinguir lo que son problemas de la vida cotidiana ,que necesitan orientación, de los conflictos psicológicos, que provocan un malestar y requieren apoyo terapéutico.

Uno de los colectivos más vulnerables en el ámbito de los menores tutelados es el de los niños que presentan alguna discapacidad. Para las familias supone un reto adicional al tener qué atender una serie de necesidades especiales que muchas veces no conocen y para lo que no se sienten preparados.

Sin embargo, el reto lo es también para los profesionales que atienden a estos niños ya que, por las especiales dificultades en aspectos como la introspección, el lenguaje, la simbolización, hace que no se beneficien de todo lo que una terapia psicológica al uso puede ofrecerles y sea necesario buscar intervenciones complementarias e innovadoras.

“el vínculo con un animal ofrece una relación real, algo concreto donde volcar en el presente emociones complejas, aportando seguridad, estabilidad, amor incondicional”

La terapia asistida con animales (TAA) viene demostrado en los últimos 30 años grandes beneficios como complemento de la intervención. El contacto con los animales proporciona no sólo beneficios a nivel fisiológico, sino que a nivel psicológico ofrece un contexto menos exigente.

En la terapia asistida con animales, el animal se convierte en un puente en la relación con el terapeuta; así para el niño es más fácil hablar de lo que le pasa a través del animal, facilitándole la expresión y la comprensión de aspectos complejos de sí mismo.

Además, el vínculo con un animal ofrece una relación real, algo concreto donde volcar en el presente emociones complejas, aportando seguridad, estabilidad, amor incondicional… y la oportunidad de elaborar todo ello en un contexto terapéutico.

De la detección de estas necesidades surgen nuestro proyecto #UniendoAlmas, que pretende acercar la terapia con animales al campo de la acogimiento familiar.

Por eso, en el año 2015, comenzamos a colaborar con el Servicio de Prestación de Tratamientos Psicoterapéuticos para Menores Acogidos con Familia Ajena de la Comunidad de Madrid, principalmente en los casos de necesidades especiales.

En el próximo blog os contaremos mucho más de nuestro trabajo!

Jonás Reguilón Liébana. Psicoterapeuta

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