Dejando crecer el alma.

Los proyectos que realizamos abarcan toda la línea de vida de personas en exclusión social, esto quiere decir que trabajamos desde la prevención del abandono de niños (con mamás adolescentes) hasta la última etapa de la vida y no por ello menos importante, la vejez.

Bajo el nombre “Dejando crecer el alma” nace un proyecto que abarca varias etapas del ciclo vital desde una perspectiva global y unificadora. Un proyecto que va desde las raíces a la flor.

¿Por qué nace este proyecto? Observamos como la exclusión social se perpetúa a lo largo de la vida, a medida que los vínculos sociales y familiares se deterioran. Desde esta perspectiva, buscamos conocer la historia de vida de las personas con las que trabajamos para entender su situación actual desde una mirada comprensiva.

Muchos niños y niñas que no han tenido experiencias de crianza satisfactorias, encuentran muy difícil ofrecer estas experiencias a sus hijos cuando son padres, lo que implica una transmisión generacional de la negligencia y el abandono.

El vínculo emocional con los animales nos ayuda en este trabajo de dos maneras: por un lado, simulan las relaciones humanas de una forma más simplificada donde poder reflejarnos y, por otro lado, suponen a la vez relaciones valiosas y significativas por sí mismas.

para amar a la flor, antes hay que conocer a sus raíces